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Las alumnas y alumnos nuevos que llegan a la UNED generalmente poseen un perfil de estudiante distinto al resto de universidades, mayormente o bien son titulados universitarios en busca de una segunda titulación, o bien buscan su primera titulación pero con una media de edad mas alta de lo habitual, personas que retoman sus estudios y que por cualquier circunstancia no pudieron en su momento darles una continuidad universitaria a los mismos.

Al principio cuando “aterrizas” en el sistema de la UNED puede parecer un poco lioso, mucha información y todo un entramado sobre el que aprender su funcionamiento, en estos artículos voy a intentar ayudaros a aclarar un poco el momento de enfrentarse al sistema de educación a distancia de esta universidad, lo haré por medio de mi experiencia y de otras que nos han ido llegando a través de nuestro foro de apuntes e información UNED, por lo tanto no pretendo ni ser acaparador en un sentido informativo ni sustituir el trabajo de búsqueda de información que debéis realizar en la web de UNED: www.uned.es



Para terminar siempre os recomiendo la revisión constante de nuestras preguntas frecuentes UNED, seguro que os serán de ayuda cuando estéis estudiando y tengáis una duda o incluso para consultarlas ya mismo, antes de empezar a estudiar en la UNED, por supuesto si vuestra decisión es estudiar Trabajo Social o Educación Social en UNED no podéis dejar de visitar nuestros foros y leer la gran cantidad de información que contienen, os ahorrará muchos quebraderos de cabeza y tiempo.

La gran cantidad de dudas que tenemos cuando decidimos estudiar en la UNED quizá en principio nos echen para atrás en nuestra decisión, pero veréis como con un poco de lectura y documentación no es demasiado complicado, miles de alumnas y alumnos estamos peleando cada día por sacar adelante nuestros estudios y lo conseguimos, unos muy rápido, otros mas lento pero siempre con el objetivo puesto en aprender y llegar a titularnos. Pero, ¿como será eso tan raro de estudiar a distancia? pues bien, lo mas importante a tener en cuenta es que básicamente (mas tarde me extenderé mas) se basa en unos sencillos pasos que resumimos aquí:



1.- Te matriculas en UNED, cumpliendo los requisitos previos por supuesto.

2.- Consigues la bibliografía Obligatoria de UNED que cada equipo docente estima oportuna en su asignatura.
3.- Estudias esos libros que UNED exige.
4.- Te presentas a los exámenes en el centro asociado a UNED de tu localidad.
5.- Esperas las notas que apareceran por medio de la web de UNED.


Como puedes ver este sistema es sencilo, pero como todo en esta vida tiene sus ventajas e inconvenientes, ahora os comentaré por encima las ventajas e inconvenientes que hemos observado en el sistema UNED:


Ventajas del sistema de la UNED:
- No hay cupo de plazas (numerus clausus), ni por lo tanto nota de corte, si quieres estudiar una carrera y tienes la titulación para acceder a la universidad, la estudias sin depender de límites de plazas.
- Precio frente a otras alternativas a la UNED en educacion universitaria a distancia, el crédito no es excesivamente caro, vale, es caro, pero es formación universitaria y créeme la UNED no es cara y si no mira los precios por crédito de otras universidades a distancia (por ejemplo UNED: 26€ aprox / otras: 60€ aprox).
- Puedes estudiar una carrera universitaria desde cualquier punto del planeta, solo es necesario acudir presencialmente a los exámenes dos (o tres veces si suspendes) al año. Esto te permite movilidad casi absoluta.
- Flexibilidad, libertad , no presencial. No debes asistir a clases, no es necesario porque lo que es materia de examen está contenido en la bibliografía obligatoria. Aunque hay tutorías una vez por semana en cada asignatura no son obligatorias tampoco, si quieres o necesitas ir, vas, si no lo necesitas, no vas y aprovechas ese tiempo estudiando.
- Tu mismo, de forma autodidacta te regulas el estudio, cuando tienes mas tiempo avanzas y si tienes una temporada con menos tiempo puedes “frenar” un poco.
- El factor tiempo, si no tienes prisa puede matricularte en pocas asignaturas y, aunque en mas tiempo, terminas tu carrera mas despacio, a tu ritmo.
- Aprendizaje. Este sistema tiene la ventaja de que te “enseña” a organizarte, debido a la necesidad de ese estudio autorregulado, si no te organizas y empiezas desde el primer día, poco a poco, el tiempo se te echa encima. Esto te ayuda a ir mejorando la capacidad de organización.
- Trabajar y estudiar. Te permite estudiar al mismo tiempo que trabajas y tienes otras obligaciones, casa, hijos, etc…
- Prestigio. La mayoría de empresas conoce lo que significa una carrera de la UNED, autosacrificio, persona autodidacta, metódica, etc… y en general es valorado, sobre todo en empresas privadas.


Desventajas de estudiar en la UNED:
- Temarios: Ten en cuenta una cosa importante, (mas tarde veremos los consejos a la hora de matricularse y elegir asignaturas en la UNED) los temarios en la UNED están pensados para que el tiempo que no inviertes en clases magistrales tipo universidad presencial, lo inviertas en estudio, aquí nadie regala nada y debes “hincar codos” a discrección. Los temarios son amplísimos comparados con las mismas titulaciones de una universidad presencial y hay que dedicar tiempo de estudio, nada de 10 hojas de resumen, esto es una universidad no un curso de CCC.
Si te bajas cualquier resumen de nuestro foro puedes ver que como mínimo te puede suponer unas 80/100 hojas y eso que es un resumen, creo que eso dice bastante ¿no?.
- Falta de clases: Hay personas que eso les puede suponer un problema, la falta de clases y la necesidad de que les expliquen los temas, por eso os decía que “aprendes” a ser autodidacta, tu te lo guisas, tu te lo comes. Esto se suple en parte mediante las tutorías a las que puedes acudir a resolver dudas con tus profesores de zona, incluso bastantes tutores dan clases, eso depende de cada uno de ellos.
- Agotamiento: Cuando llevas un tiempo en la UNED terminas agotado, es un desgaste tremendo, sobre todo si lo compaginas con trabajo, hay que tener mucha fuerza de voluntad y muchas ganas y ser consciente de que esto es una carrera de fondo y no desfallecer.


Bueno hasta aquí la primera parte de estos consejos para empezar a estudiar en UNED, espero que os sean de utilidad, en el siguiente artículo os comenzaré a contar lo que hay que tener muy en cuenta una vez que te matriculas, ya que hay una serie de pasos por los que debes comenzar cada curso, desde la elección de las asignaturas hasta la cuidadosa medida de los créditos por curso, que suponen mas o menos carga lectiva y nos puede hacer llevar el curso demasiado cargado.

Consejos de la UNED para quien estudia y trabaja. ¿Estáis de acuerdo?

Plan de estudios

Una de las cosas más importantes para los estudiantes/trabajadores es organizar el tiempo y las horas que puede dedicar a los estudios. Yo creo que eso es algo muy subjetivo, cada estudiante tendrá su metodología y sus costumbres y sinceramente no creo mucho en estas reglas, estos vademecum que veo en muchas páginas web. Yo creo que lo mejor es que cada uno siga su estilo de vida y sus necesidades y se haga un plan de estudio personalizado según las exigencias.

Lo que me gustaría compartir con vosotros es un documento que hice hace poco; es una hoja de Excel que podría ser útil a todos los estudiantes que quieren apuntarse todo y organizar un plan de estudio con todos los detalles. No es algo profesional ni nada de el otro mundo, es una especie de agenda divididas por meses y semanas donde el estudiante puede apuntarse todo lo que ya tiene estudiado y lo que todavía le queda.

Es muy fácil de utilizar, de todas formas os explico un poco como funciona:

Aquí abajo tenéis unas fotos de la hoja (hacer clic en la foto para verla mejor), como podéis ver es dividido por asignatura, mes y número de la semana correspondiente.

En la imagen número 2 podéis ver un botón al lado del mes, si lo seleccionáis se abrirá un menú desplegable donde podéis seleccionar el mes y la semana que os interesa, es decir, si hoy mismo estáis estudiando Historia, podéis seleccionar "enero 2a semana" y os aparecerá la pantalla de la semana seleccionada donde podéis apuntar todo lo que os apetezca (ver imagen 3).

Otra cosa: si os fijáis, abajo del todo podéis elegir entre 3 pestañas (ver imagen 4): Plan-semanal es la primera, es decir vuestra pestaña de apuntes. La tercera, Semana, es la hoja con las fórmulas para Excel funcione (que podéis cambiar y personalizar). En la segunda, Asignaturas, tenéis las seis asignaturas con el total de los temas y de las páginas de cada asignatura (ver imagen 5). Si ponéis en la casilla correspondiente el número de los temas estudiados o el número de las páginas automáticamente os saldrá el número del tema (o de las páginas) que aún os quedan para estudiar (ver imagen 6).

Como os decía al principio es una chorrada, nada súper complejo pero puede ser útil para tener siempre bajo control los avances de vuestros estudios o simplemente apuntar cosillas.

Aquí abajo lo podéis descargar, si os apetece. Funciona también con Open Office.

Elmundo.es - 4/02/2011

Por contar con unos euros para los gastos personales, para ayudar a la economía familiar o con el fin de adquirir experiencia profesional, cada vez más estudiantes intentan compaginar sus carreras con la vida laboral. Un hecho aparentemente inocuo pero que puede traer graves consecuencias si las horas de empleo exceden las 20 semanales.

Así lo creen Katheryn Monaham, de la Universidad de Washington; Joanna M. Lee (de la de Virginia) y Laurence Steinberg (de la de Temple, todas en EEUU) tras llevar a cabo una investigación con más de 1.700 estudiantes.

"Trabajar media jornada durante el año escolar ha sido una característica de los adolescentes estadounidenses durante más de 20 años. Hoy en día, como ha sido el caso desde 1980, una parte importante de los estudiantes de secundaria tiene trabajos a tiempo parcial, y un gran número de estos trabaja más de 20 horas a la semana. Durante las últimas dos décadas, numerosos estudios han analizado el impacto del trabajo en los adolescentes, pero la literatura sobre los efectos del empleo parcial tiene resultados poco consistentes y no hay acuerdo sobre si estudiar y tener un jornada laboral prolongada (más de 20 horas a la semana) es perjudical para el rendimiento académico o para la conducta y la salud mental", aclaran los autores en el último 'Child Development'.

Un total de 1.792 alumnos de todos los estatus socieconómicos y étnicos han participado en el ensayo. En todos ellos se analizó si compaginaban los estudios con un trabajo temporal, las horas del mismo a la semana, así como el nivel académico (horas de trabajo en casa, concentración en clase, entre otras variables) los problemas de comportamiento, la existencia de sintomatología depresiva, la autonomía respecto a los padres y el desarrollo psicosocial. Los datos revelan que los adolescentes que trabajan más de 20 horas semanales tienen más riesgo de participar menos en clase o tener peor rendimiento académico que aquéllos que no están empleados o lo están menos tiempo.

Enrique García Huete, psicólogo clínico reconoce a ELMUNDO.es que los efectos en el rendimiento son diferentes a pesar de las horas semanales trabajadas si se "busca una remuneración económica o se están haciendo prácticas. Un residente MIR, por ejemplo, está trabajando en su propia carrera, lo que hace que, probablemente esté más atento en clase y concentrado, porque está estudiando y trabajando en lo mismo".

Este especialista reconoce que, efectivamente, el "rendimiento escolar desciende porque el estrés del trabajo y la fatiga (sobre todo algunos empleos) reducen la concentración, la atención y la memoria, elementos esenciales del rendimiento".

Concluye el estudio, además, que los chavales con jornadas más largas tienen más posibilidades de tomar drogas o beber alcohol . "El ocio, salir con los amigos son imprescindibles contra el estrés. Es probable que si no se tiene tiempo para divertirse se usen drogas bien para relajarse (hachis) bien, precisamente, para poder aumentar el rendimiento y la actividad (cocaína y anfetaminas)", agrega García Huete.

Lo positivo

Pero no todo son malas las noticias. Tanto los autores del estudio como el psicológo madrileño reconocen que "los estudiantes que trabajan tienen más autonomía y más independencia , lo que eleva la autoestima. Además tienen más responsabilidad, se demuestra en los que están trabajando para poder ayudar a pagar los estudios. Todo esto hace también que sean jóvenes con más probabilidades de alcanzar sus metas".

Pese a todo, los científicos estadounidenses creen que "hay que dar un mensaje a padres y profesionales. No son aconsejables las jornadas laborales largas en el año académico, dado que pueden afectar en clase, en el comportamiento y en el bienestar de los jóvenes". Reconocen no obstante, que "el empleo puede ser crucial para algunos jóvenes, como los de familias con dificultades económicas. Por ello es importante que se lleven a cabo futuras investigaciones para explorar los mecanismos que pueden minimizar las consecuencias perjudiciales de una intensa jornada laboral mientras se estudia".



Patricia Matey

Vivir, trabajar y estudiar

Esta nueva página está dedicada a todas las personas que, además de estudiar y prepararse para la prueba de acceso Uned, también trabajan. Los estudiantes que viven esta situación saben que no es nada fácil conciliar ocho horas (o más) de trabajo y luego volver a casa y concentrarse también en historia, geografía o lo que sea. Más complicado aún si tienen que cuidar también de una familia o incluso niños. Hay por ejemplo un estudiante que escribe a menudo a esta página que, además del estudio, está casado y con niños y trabaja por la noche. Eso es admirable y nada fácil.

El objetivo de esta sección es compartir ideas y opiniones o consejos para intentar animarnos y seguir adelante con nuestros proyectos. Poco a poco actualizaré esta página con noticias o artículos que puedan ser de interés común y relacionados con el tema "trabajo y estudio".

Uned: consejos oficiales. 

Yo no creo mucho en esos consejos que se pueden encontrar por la web: como estudiar, como organizar tu tiempo o la postura que hay que tener cuando estamos sentados y estudiando. Creo que sea algo muy subjetivo, cada uno tiene su metodología y su manera de organizar las asignaturas que tiene que estudiar. Pero encontré estos documentos en la página oficial de la Uned y me parecieron muy interesantes, por eso he decidido compartirlos con vosotros. 

En los dos primeros files Mp3 podéis escuchar un programa emitido por la Radio oficial de la Uned donde la Vice Rectora adjunta de acceso a la Universidad nos cuenta la estructura de la Prueba de acceso para mayores de 25 años y sus asignaturas. Los tres Pdf siguientes corresponden a tres documentos oficiales de la Uned donde nos explican como organizar una planificación de estudio (primer pdf), como adquirir una correcta técnica de estudio (segundo pdf) y como luchar contra la ansiedad que puede afectar a algunos estudiantes cuando llegan las fechas de los exámenes.

Estos documentos no os van a cambiar la vida pero si que pueden ser unas herramientas más sobre como aprovechar en la mejor manera posible del poco tiempo que tenemos disponible para nuestros estudios.

Informaciones Prueba de acceso 1a parte

Informaciones Prueba de acceso 2a parte

Guía Uned: planificaciones estudios

Guía Uned: técnicas de estudio

Guía Uned: luchar contra la ansiedad de exámenes 

Estudiar y trabajar al mismo tiempo

Los trabajadores-estudiantes suelen recurrir a la educación a distancia, las reducciones de jornada o los turnos de noche

Por Marta Molina

Del consabido "¿estudias o trabajas?", al cada vez más recurrente "estudias y trabajas". Las primeras décadas de la vida se ocupan, en general, compaginando formación y ocio. Pero hay quienes a esa carga horaria suman, además, la jornada de un puesto de trabajo. La escasez de becas, la limitada oferta de horarios en formación presencial y la rigidez de las empresas conduce a la mayoría de estos estudiantes a recetas alternativas como la educación a distancia, las reducciones de jornada o a elegir turnos como el nocturno.

Trabajar y estudiar al mismo tiempo no es la tendencia más extendida, pero hay muchas personas que se ven abocadas a afrontar su formación de este modo. ¿Motivos? Son muy diversos. Muchos, vinculados a la falta de recursos con que hacer frente a matrícula y curso académico; otros, ligados a la imposibilidad de abandonar un puesto de trabajo, bajo pretextos económicos, formativos o familiares. Las menos de las veces por desconfianza, al entender que la etapa estudiantil se presenta como una vía muerta, con pocas salidas laborales. Tendencia dominante en el pasado, la comunidad de estudiantes-trabajadores es más bien escasa. Al contrario que en la España de mediados del pasado siglo, en esta nueva era son pocos quienes cargan con ambas tareas. Los tiempos han cambiado y quien más, quien menos está en disposición de costearse una carrera. No obstante, a medida que el acceso a la universidad se democratiza, también aumentan las dificultades para compaginar estudio y empleo.

Compañeros mal avenidos
Si conciliar la vida laboral con la personal es ya una suerte de función trapecista, sumarle además horas de estudio acaba convirtiéndola en una prueba de pértiga al más puro estilo olímpico. Superarla con éxito exige soluciones adaptadas, así como una fuerte voluntad y disciplina por parte del estudiante.

En su artículo 44, la Ley Orgánica de Universidades reconoce el derecho de los estudiantes a recibir "una atención académica que permita hacer compatibles sus estudios con la actividad laboral". Sin embargo, Administración y universidades aún ponen trabas para que esto sea así. La escasez de becas, la limitada oferta de horarios en formación presencial y la rigidez de las empresas conducen a recetas alternativas como la educación a distancia, las reducciones de jornada o turnos como el nocturno. Y para sacar adelante esta ardua tarea se precisa, por encima de todo, esfuerzo tanto del estudiante, como de su entorno, la comunidad educativa, y la Administración.

La oferta de horarios escolares en turno de tarde-noche permite a muchas personas con inquietudes intelectuales finalizar los estudios que abandonaron en su adolescencia o juventud sin tener que renunciar a un puesto de trabajo. Así lo asegura Elisa De Dios, jefa de estudios de ese turno en el Instituto Cisneros, en el que un 85% de sus alumnos trabaja. En concreto, 250 personas mayores de 16 años compensan el poco tiempo libre que les dejan sus jornadas laborales "robándole tiempo al fin de semana".



KIT DE SUPERVIVENCIA

El estudio independiente requiere capacidad de organización del tiempo personal, responsabilidad, autonomía y un fuerte compromiso con las metas individuales. Por todo ello, hay que tener claro por qué se quiere estudiar y, si se descubre que es relevante, encontrar estrategias que permitan conciliar la vida académica con la dedicación a la familia y al trabajo. En este camino es especialmente recomendable que el estudiante "haga lo posible para adquirir cuanto antes las destrezas del estudio", señala Rafael Villalón, de la UNED. Es decir, que aprenda a estudiar. Para ello, es importante:



- Diferenciar tiempo de estudio y de trabajo.

- Comprometerse con las horas destinadas a la vida académica.
- Ser constante y disciplinado.
- Fijarse horarios, aunque sean reducidos.
- Abarcar sólo lo que se pueda.
- Identificar las propias fortalezas y debilidades para trabajar sobre ello.
- Pedir ayuda al profesorado, a la familia, a la empresa, que está obligada a conceder, al menos, las horas de examen. En ocasiones, también se concede    el día e, incluso, la víspera para prepararlo.
- Saber recompensarse. Tras el trabajo bien hecho, hay que premiarse.



​Un estudio de la Universidad de Alcalá de Henares destaca que los universitarios que compaginan la carrera con un trabajo son los que menos asisten a clase y los que peores resultados obtienen. Estos estudiantes dependen casi exclusivamente de los apuntes, comprensión y flexibilidad de los profesores que quieran atenderlos fuera del aula. Para no fracasar se matriculan de muy pocas asignaturas por curso, porque el abanico de horarios en la universidad es limitado, más si se cursan carreras técnicas que requieren realizar prácticas o laboratorios. Para una persona trabajadora, este constreñido mundo de horarios representa un estrangulador escollo, por ello son muchas las que optan por matricularse en la Universidad a Distancia.

Con 30 años de historia a sus espaldas y albergando al mayor colegio de estudiantes de España (180.000), la UNED enarbola "el principio de igualdad de oportunidades en el acceso a la enseñanza", explica José Rafael Guillamón, vicerrector de Estudiantes y Desarrollo Académico. Y eso se traduce en una metodología basada en el aprendizaje a distancia y en las necesidades particulares del alumno. A esta pionera universidad se sumaron, con el paso de los años, otras instituciones como la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) y su Institut Obert, para estudios de Secundaria. Hoy en día, en este centro, gracias a las tecnologías de la información, es posible cursar a distancia casi cualquier programa, y según datos del Instituto Nacional de Estadística, uno de cada cuatro trabajadores elige esa modalidad para formarse.

En la UOC son los estudiantes quienes construyen su itinerario universitario eligiendo el tiempo y modo en que cursarlo. Las tecnologías de la información, una herramienta en la que esta universidad se considera puntera, lo facilitan. Pero lo que de verdad garantiza el éxito es la mejor fórmula para conseguirlo: "elevadas dosis de disciplina y rigor", resalta Carles Rocadembosch, director de comunidad de la UOC, quien recalca que la comprensión del entorno familiar y profesional de la persona que estudia y trabaja es clave. Y conoce bien el tema: el 93% de su alumnado trabaja más de 30 horas semanales.

Tiempo parcial
Cuando la exigencia formativa es muy elevada, los contratos a tiempo parcial funcionan como buen parche. Para acceder a ellos, el entorno y las redes de amigos desempeñan un importante papel, además de la intermediación de las empresas de trabajo temporal, que pueden ser un interesante aliado. Éstas ofrecen horas sueltas en fin de semana, suplencias de verano y otras fórmulas acomodables a las exigencias del curso académico.

Hay dos grandes grupos de candidatos que buscan trabajo compatible con sus estudios, como indica Alberto Gavilán, responsable de una de las más reconocidas empresas de trabajo temporal: quienes reclaman un empleo "de lo que sea", en sectores como la hostelería, el comercio o el telemarketing, y quienes buscan un puesto que complemente con experiencia su formación. Un caso típico, según señala, es el de los estudiantes de económicas, empresariales y carreras afines, que se ofrecen para hacer sustituciones o trabajar como cajeros en entidades financieras. Con sustituciones de este tipo durante los veranos, algunos estudiantes se costean después estudios de postgrado a los que no podrían acceder de otro modo.

Ayudas públicas
Pese a la dedicación y constancia con que encaran sus intensas jornadas, las personas que trabajan y estudian a la vez se sienten desamparadas por la Administración, ya que se consideran antes trabajadores que estudiantes, y lo primero anula lo segundo, lo que da como resultado que, si se trabaja, no se tiene derecho a beca. De un tiempo a esta parte, sin embargo, las administraciones parecen haber empezado a comprender la problemática, y algunas de ellas ya planean soluciones. La nueva Ley de Educación catalana, por ejemplo, prevé becas compensatorias para las rentas más bajas y otras que beneficien a los mejores estudiantes para incentivar el mérito académico, con independencia de su situación laboral.

No es el caso de los becarios. Para estos, trabajar constituye una etapa imprescindible de su formación, en muchos casos obligatoria. No obstante, esa exigencia también ha convertido a estas personas en carne de cañón de la precariedad, con horarios y sueldos imposibles, y sin derechos. Presas de la picaresca empresarial. Con la aprobación del Estatuto del Becario en 2006, se logró un gran éxito en materia fiscal: ver reconocida esta actividad en el esquema de cotización de la Seguridad Social. Los estudiantes que realizan un período de prácticas empiezan a cotizar, y las becas postdoctorales se transforman en contrato laboral con cotización por la retribución real recibida, incluido el desempleo.

Estudiar y trabajar a la vez, una carrera de obstáculos en España

El País, 8 de julio 2013

por J.A.Aunión

“Es duro, porque al final siento que no he tenido una vida de estudiante plena ni tampoco una vida plena de trabajadora”. Fabiola Barranco, de 23 años, acaba de terminar cuarto de Periodismo en la Complutense y, desde primero, compagina la carrera con un empleo. “Me independicé porque quise, pero también por necesidad; tengo que trabajar porque no tengo apoyo familiar”, cuenta. Está empleada en un teatro como administrativa a media jornada, pero los fines de semana hace todo tipo de extras (de acomodadora, por ejemplo) para completar el sueldo y, en época de exámenes se le hace un poco cuesta arriba, cuenta.

Estudiar y trabajar a la vez es, sin duda, una empresa complicada, y en España parece serlo todavía más. Es uno de los países desarrollados en el que menos jóvenes compaginan las dos actividades (es el séptimo por la cola, según los últimos datos de la OCDE, de 2011), con un 4,7% de alumnos de 15 a 29 años, frente al 11% de media. En la edad típica de los estudios universitarios, entre 20 y 24 años, la cifra sube, pero sigue a una distancia muy parecida de la media: 6,8% frente a 13,4%.

¿Por qué en España la cifra es de las más bajas? Gara Rojas, analista de la OCDE, menciona la razón más evidente (en España hay un enorme paro, mayor entre los jóvenes), pero también razones culturales. “No es solo por la crisis [el paro general es del 27% y el juvenil alcanza el 57%], sino que parece que también hay un componente cultural; en otros países es más común trabajar mientras se estudia. Esto se puede deber a que en otros países tanto el mercado laboral como el sistema educativo ayudan a que se compatibilicen ambas actividades”, explica Rojas por correo electrónico.

Más allá de las opciones clásicas de educación a distancia, el resto de oferta universitaria, efectivamente, no parece favorecer mucho la compatibilización de actividades. Además, con la adaptación al espacio europeo de las carreras en España (plan Bolonia) se exige una mayor presencialidad y dedicación. “Como ejemplo, la titulación de grado en economía en un curso completo en primero o segundo supone una carga de trabajo del estudiante de unas 30-40 horas semanales, tanto presenciales como de trabajo autónomo del estudiante”, señala el profesor de Economía de la Autónoma de Madrid Julián Moral.

El docente recuerda que hay posibilidades para que el estudiante se matricule a tiempo parcial, sin embargo, eso “no reduce el volumen total de créditos de los grados, por lo que la matrícula de menos créditos redunda en un alargamiento de la duración de los estudios, lo que la hace menos atractiva cuando el alumno contempla entre sus planes continuar su formación con estudios de posgrado”.

“España no dispone formalmente, o no se recoge en el Estatuto del Estudiante Universitario (aprobado en 2010), de la figura de estudiante a tiempo parcial, de manera clara y explícita, como sí existe en algunos países europeos. La situación de estudiante a tiempo parcial es más de hecho que de derecho”, añade Margarita Barañano, profesora de Sociología de la Complutense y exvicerrectora de Estudiantes en esa universidad.

“He encontrado más facilidades en el trabajo que en la universidad. En el trabajo me dejan organizarme con el horario. En la facultad he encontrado profesores que lo entienden y te ayudan, pero hay otros que te dicen que si tienes que trabajar es tu problema”, cuenta Fabiola Barranco.

Pero, a pesar de la experiencia de esta joven, en el otro lado, en el de las empresas, las cosas tampoco parecen ser fáciles en general. “La realidad es que en España el que trabaja a tiempo parcial preferiría trabajar a tiempo completo. La última reforma laboral ha convertido el contrato a tiempo parcial en una especie de chicle que la empresa puede estirar o contraer (cambiar horario, incluir horas extra, etcétera) de forma que lo inhabilita como fórmula para conciliar estudios y empleo, salvo que el tiempo de trabajo se limite a días no lectivos (fines de semana, vacaciones…)”, insiste el profesor Moral.

En todo caso, las cifras generales, como siempre, esconden multitud de matices. Si en lugar de tomar el global de jóvenes (como hace la estadística de la OCDE) se toma el total de universitarios (independientemente de su edad), la panorámica cambia; cuanto más mayor es el estudiante, más posibilidades de estar, además, empleado. Así, el 11% trabaja a tiempo parcial y el 12%, a tiempo completo, según una macroencuesta de 2011 dirigida por el profesor de la Universidad de Valencia Antonio Ariño.

Pero, además, otro 23% hace “trabajillos” intermitentes y esporádicos que les dejan fuera de la estadística de la OCDE, pero que les quitan, en cualquier caso, tiempo para sus estudios. “Con esta actividad no se logra, ni se puede pretender lograr, la autonomía de quien no depende ya de la familia. De lo que se trata es de un trabajo que ayuda a cubrir los gastos personales de bolsillo y otros, correspondientes, por ejemplo, a la vida cotidiana o a los viajes, pero no al pago de un alquiler o de otros objetos de consumo”, explica Margarita Barañano.

Así, entre los empleos a tiempo parcial y esos trabajillos, muchos alumnos universitarios han ido saliendo adelante dentro de lo que Barañano califica como una especie de “economía mixta, compuesta de ingresos procedentes de distintos conceptos, en general, todos ellos, reducidos, pero que, al final, han sido suficientes para afrontar los gastos de esta etapa formativa, en un contexto además de bajas tasas”, y muchas veces sumados al apoyo familiar y a unas becas cuyo monto suele ser insuficiente. “Su cuantía media en el curso 2011/12 asciende a tan solo 2.300 euros por curso, lo que en términos de aportación a la economía familiar es prácticamente nada”, señala Moral.

Una combinación que con toda probabilidad ha ayudado a la expansión de los titulados universitarios en las últimas décadas y al aumento de la presencia de jóvenes de todas las clases sociales en los campus (aunque aún se mantengan serios problemas de equidad, ya que los hogares más humildes siguen claramente infrarrepresentados).

“Seguramente”, continúa Barañano, “ahora es más difícil conseguir un trabajo a tiempo parcial, los trabajillos intermitentes tendrán peores condiciones y las familias no podrán darles el apoyo que antes les daban. Si además suben las tasas [este año un 16% de media, con picos en algunas comunidades del 50%] y se reducen las becas [al endurecer los requisitos académicos para obtenerlas y mantenerlas], el resultado no puede ser sino el imaginable, y su efecto será también más severo entre quienes tienen una situación económica más frágil, más dependiente de los hilos que pueden ver ahora amputados”.

Trabajar y estudiar: 5 razones para hacerlo

2) Ganarás tu propio dinero

Así sea un salario mínimo, tener un trabajo cuando eres joven te enfrenta a un aprendizaje invaluable: ¡ganarte un sueldo! Por modesto que sea, tu salario puede ayudarte a lograr otros objetivos que impulsarán tu carrera como pagar un curso de inglés o un diplomado que sume puntos a tu CV.

3) Obtienes Referencias Laborales

Para ganártelas no sólo tienes que tener el trabajo, sino además ser un buen empleado. Si eres mesero, repartidor o vendedor, esfuérzate por ser el mejor y destaca. No sólo es una oportunidad de poner a prueba nuevas habilidades, sino que además cuando dejes ese empleo tu jefe no dudará en darte una carta de recomendación.

4) Sumas un plus a tu currículum

Trabajar mientras estudias no es una tarea fácil. Para lograr mantener tu rendimiento escolar mientras trabajas tendrás que poner a prueba tu disciplina, responsabilidad y organización, pero ¡sorpresa! Estas cualidades son muy apreciadas por los reclutadores.Tal vez estudiaste Contabilidad y trabajaste como cajero de banco medio tiempo durante un año, cuando llegues a una nueva empresa al reclutador le causará una buena impresión saber que tuviste la capacidad de estudiar y trabajar, que fuiste constante en un empleo y lograste antigüedad. Todo eso es excelente para tu currículum y sin duda te pondrá por encima de otros candidatos.

5) Te da seguridad

Trabajar por primera vez es una de las experiencias más retadoras e importantes de la vida. ¡Aprendes muchísimo! Y no sólo del trabajo en sí, sino de otros temas importantes que te servirán a lo largo de tu vida profesional y laboral.Haber tenido una experiencia laboral previa te hará sentir más seguro de emprender una búsqueda de empleo al terminar tus estudios y te ayudará a desarrollar competencias. Por ejemplo, alguien que estudió Relaciones Comerciales e inicia su vida laboral en un módulo de Atención al Cliente podría poner a prueba su capacidad de negociación y facilidad de palabra, habilidades que podrían ser muy útiles para su futuro profesional.Si eres estudiante y no tienes necesidad de trabajar, eres privilegiado, significa que tus padres se esfuerzan por brindarte oportunidades para prepararte mejor. Pero si te encuentras en los últimos semestres de tu carrera es importante que tengas en cuenta que aunque una educación te abre muchas puertas, tener un grado universitario no te garantiza un empleo. Por ello es indispensable que inicies una planeación de tu vida profesional y te fijes metas a futuro.

Cerca del 40 por ciento de los desempleados a nivel mundial son jóvenes, de acuerdo con el reporte Tendencias Mundiales del Empleo 2014, publicado por la Organización Internacional del Trabajo.La institución estima que el 2013 terminó con de 74.5 millones de personas de 15 a 24 años sin empleo a nivel mundial, y 7 millones se encuentran en América Latina. El panorama es difícil, sin embargo las oportunidades existen, y serán los mejores preparados quienes puedan acceder a ellas.Idealmente se espera que las personas en edad escolar se dediquen exclusivamente a sus estudios, pero cada vez más estudiantes de bachillerato y universidad buscan integrarse al terreno laboral antes de terminar su preparación académica, y esta decisión puede tener más ventajas de las que imaginas.

1) Adquieres experiencia

Uno de los principales factores que perjudican a los jóvenes al buscar empleo es la falta de experiencia. Un estudiante recién salido de la universidad podría frustrarse mucho al descubrir que su preparación no es suficiente para encontrar el trabajo que desea.Hay dos formas de obtener experiencia antes de terminar la escuela y así convertirse en un candidato “recién egresado” mucho más competitivo.

Consigue un empleo de Medio Tiempo. Probablemente trabajar en una cadena de comida rápida o como cajero en un centro comercial no es el trabajo de tus sueños ni se acerca remotamente a lo que estás estudiando. Sin embargo, todos los trabajos te aportan experiencia de vida, te imponen retos y ponen a prueba tus habilidades.Aplícate a las Prácticas Profesionales o conviértete en becario. Muchas empresas están en busca de talento fresco, y aunque no ofrecen un gran salario, permiten a estudiantes de últimos semestres y recién egresados obtener experiencia e incluso ser contratados más adelante.

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